El proyecto L̶I̶M̶A̶ surge del interés por identificar diversos fenómenos urbanos como motivo de reflexión en torno a las relaciones entre ciudad y escritura, asumiendo al espacio como eje de convergencia. En su nivel más elemental, ciudad y escritura constituyen sentido en un espacio que no solo funciona como mero soporte pasivo de inscripciones sino fundamentalmente como agente activo y configurador de significados.
Poema 58 Km conforma el primer ensayo de este proyecto. Para la presente intervención, se escogió como fenómeno la Línea 1 del sistema de transporte masivo, Tren eléctrico de Lima, aprovechando la problemática política que representó el proceso de su construcción y el impacto social que hoy supone su funcionamiento. Se propone escribir la palabra L I M A sobre la línea que atraviesa el tren a lo largo de su recorrido, pero utilizando una modalidad de trazo diseñado a la medida no ya del espacio neutro del papel sino del espacio vivo de la ciudad como nuevo escenario de inscripción. El movimiento de la mano es reemplazado por el andar del cuerpo que dibuja las letras en el proceso de su recorrido, ejercicio cuyos accidentes, errores y desvíos involucrados en todo desplazamiento al interior de la ciudad, son registrados en video y con tecnología satelital GPS (tramo total: 58 km). Se sugiere, así, un dialogo en el que ciudad y palabra negocian la posibilidad de sus significados: escribir la palabra L I M A implicará sortear las condiciones que la ciudad le impone al cuerpo que la recorre, lo mismo que la ciudad se comprende en una palabra que ha tatuado su aventura por referirla en su propio cuerpo.
Así, por ejemplo, el tren que une dos extremos urbanos, separa dos frentes barriales. A diferencia del primer tramo de la Línea 1, en el que el tren circula sobre la base de un viaducto elevado, en el segundo tramo correspondiente a los distritos más pobres, transita al nivel del suelo, lo cual fragmenta arbitrariamente el tejido urbano-social que los compone. A la división social que sufre la ciudad Lima le corresponde entonces una división literal del significante L̶I̶M̶A̶ . Incidente real deviene accidente caligráfico.
Pero incidente real deviene además accidente de la herramienta alternativa de trazo. La ciudad no es una página en blanco. El cuerpo caminándola ofrece un nivel de vulnerabilidad mayor al de la mano trazando marcas en un espacio neutro. Análogamente, el GPS que registra dicho recorrido incorpora un margen de error de aproximadamente 50 metros. Esta imprecisión es funcional a la idea de base: la distancia insalvable entre el trazo de la palabra y lo que ésta representa se hace efectiva en una ciudad que no es aprehensible sino deambulando por ella.